martes, 17 de agosto de 2010

Fuerte como un roble


Ya quisiera yo ser fuerte como un roble, vivir cientos de años e inspirar el respeto y el señorío que estos árboles transmiten. En el Bosque de Orgui en Navarra, he sentido su fuerza y su energía. Alguno de ellos con casi trescientos años de antiguedad albergaban tanta vida sobre sus ramas, como la unidad de neonatos de cualquier hospital. Sobre su tronco arrugado se elevan hasta sus copas las misteriosas hiedras. El musgo los cubre de verde a -modo de abrigo- para protegerlo de los crudos inviernos. Las setas leñosas nacen de sus entrañas a cualquier altura. Un pájaro carpintero agujerea su tronco sin descanso y sin tomar aspirinas para el dolor de cabeza. Un Águila Calzada en una rama despejada, se erige protectora del tótem natural más hermoso del Bosque encantado de Orgui.

El roble siempre ha sido mi árbol favorito, quizás siempre he querido ser como él.

1 comentario:

  1. Muy seguramente en tu interior eres un fuerte roble, porque estas hecho de una madera que no se dobla o parte ante la adversidad simplemente se bate con el viento pero jamas deja partir sus ramas. amigo eres un roble en verdad.

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