domingo, 19 de enero de 2014

Deseos


                                                             A mi esposa.

Hago enormes esfuerzos en dotar de vida a cuanto escribo. En realidad, invierto enormes esfuerzos para hacer todo lo que hago en la vida, y, de tanto hacerlo, he conseguido disfrutar en el esfuerzo. Escribir es mi reto, y mi desahogo, diario. Mis avances son mínimos, pero me alivia pensar que cada día soy mejor que el anterior. 
Me evado del mundo escondiéndome entre las hojas de los libros que leo. Todos me gustan. Todos me sirven. Y a todos los que se atreven a escribir respeto. Mientras leo respiro, tomando grandes bocanadas de aire, como lo hacen los peces rojos en sus tristes y redondas peceras. Necesito leer tanto como respirar.
Me pregunto, en demasiadas ocasiones, por qué la vida ha sido tan generosa conmigo, sobre todo cuando, a mi alrededor, mucha gente, que no es peor que yo, no ha conseguido alcanzar las cuotas de bienestar de las que yo, temporalmente, disfruto.
Quizás a esta edad, cuando no me queda demasiado para el medio siglo, no sea demasiado práctico, ni habitual, continuar creyendo en las personas, en su honestidad, en su compromiso, y en su capacidad de cambiar las cosas y de cambiarse a ellos mismos.
He oído a gente de mi edad, inclusive mayor, que envejecemos sintiéndonos jóvenes, pensando como jóvenes, e intentado comportarnos como jóvenes. Y, sin embargo, cuando somos jóvenes, estamos locos por ser adultos y actuamos como adultos, e intentamos aparentar madurez. 
En mi caso, quizás sea un perro verde, pero estoy conforme con lo que soy, quizás porque lucho a diario contra mi otro yo, que me grita que desconfíe de la gente, que me relaje, que mire para otro lado, que no lea, que demuestre ser más fuerte y que esconda mis debilidades tras la cómoda máscara de la apariencia.
Y no, no soy capaz de escuchar esa llamada. La llamada de la arrogancia. La llamada de la superioridad. La serpiente de la tentación.
Quiero seguir disfrutando del esfuerzo, de los errores y de los aciertos, de las personas, de los pequeños logros, de un nuevo relato, de la pasión de un beso, de una mirada de afecto, de un verso asonante, de una leve caricia, del frío en el invierno, del calor en verano, de reuniones eternas, de la lluvia, de mi esposa, de mi hija ausente, de mi casa, de mi vida, de un buen paseo... de ustedes.
Sólo le pido a esta vida fuerza, para seguir luchando, y unas miles de noches más, para seguir soñando.

6 comentarios:

  1. Yo deseo que tus deseos se cumplan!!!!
    Leimos ell relato de Pablito en tutoria. Les encantó, hasta rieron en algunos trozos. Averiguaron la moraleja y se han comprometido a trabajar más esta evaluación. Quieren leer más cosas tuyas.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Conchy. La verdad me hace mucha ilusión lo que me cuentas. Que mis textos os sirvan de apoyo a los que os dedicáis a la docencia es muy gratificante para mí. Te lo agradezco mucho. Con toda libertad puedes utilizar estos textos para lo que creas conveniente. Un abrazo. Pepe

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  2. Son las 5:30 de la mañana, mi hijo me ha desvelado , entre tus relatos , cifras y datos consigo llegar al Alva sin apenas darme cuenta.
    No se puede pedir más , ya sería abusar

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  3. Buen relato Pepe, entre lo que eres, lo que intentas ser y lo que la serpiente de la arrogancia te susurra. Para mi el mensaje es claro, disfrutar dia a dia de todo lo que hacemos, sea mejor o peor. Pero disfrutar del momento. Felicidades

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  4. SUBLIME, como siempre.
    Tu Sobrinaca.

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    1. No sé cual de todas mis preciosas sobrinas seas, pero muchas gracias.

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