viernes, 24 de abril de 2015

Escritor de éxito


Ahora que ya soy un escritor de masas, por fin puedo dormir tranquilo. Mientras hago sudokus, o preparo un cocidito madrileño, la gente compra mis libros por miles, los periodistas hablan de mí, y la gente me idolatra.
Siempre, desde mi más tierna infancia, aspiré a esto. Haberlo logrado me consuela, me alivia, me fascina. ¡Prueba superada!, me arengo cada día al despertarme, mientras me calzo las zapatillas y me pongo una bata de franela.
Me gusta comer al sol. Escuchar los pájaros. Leer a la competencia. Reírme de sus parrafadas. Digerir durante la siesta las pelotas del cocido, y entre vuelta y vuelta, tocarme las ídem. De hecho vivo de pelotas. Casi como un pelotero argentino famoso de los que triunfa en Europa.
Con el libro "Tengo Pelotas" di el pelotazo de mi vida. Con el segundo titulado: ¿Tienes Pelotas?, me consolidé y marqué tendencia en el mundo editorial. Un prestigioso filósofo experto en psicofilosofía cuántica dijo que yo era el precursor de la filosofía de la irreverencia, que nunca he llegado a saber muy bien de qué se trata, pero que me está haciendo vivir como un marqués.
Mi tercer libro: ¿Cómo dar un pelotazo de película?, está siendo un éxito de ventas en doce países, y se ha traducido a cincuenta y siete idiomas y seiscientos veinte dialectos. 
Llevo muy bien el éxito gracias a no compartirlo con nadie. Vivo solo. Nunca fui de compartir. Cuando compartía lo mio mermaba. Me daba cuenta de que me querían precisamente por eso: yo tenía y ellos querían mermar lo que era mío. Eso me llevó a escribir mi cuarto bets seller: ¡Fuera parásitos! del que se han vendido más de diez millones de ejemplares. 
A pesar de ello, vivo humildemente. La única pega, por buscar alguna, es que, aquí en Suiza, hace más frió de lo normal y todo está muy caro. En este idílico país por mi dinero apenas si pago impuestos, y ese gran ahorro fiscal, compensa perfectamente la gran factura que pago de calefacción. Equilibro muy bien mis ingresos con una baja fiscalidad y con altos tipos de interés en un entorno bancario de máxima seguridad. 
Me toca mucho las pelotas conceder entrevistas, de hecho, sólo las concedo cuando me lo solicita mi editor, y siempre coincidiendo con algún nuevo lanzamiento. Ayer precisamente, me volvieron a entrevistar los del New York Times, y tras muchas preguntas, que me aburren como a una ostra, siempre recalco que -para el bien de mi país-, como en España no se vive en ningún sitio.

3 comentarios:

  1. Es que reírse de tu magnifica ironía, es una buena medicina.
    Besitos afamado.

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  2. Que relevancia del señor "Escritor"........ José como me hace reír tu buen humor. Saludos al reconocimiento.

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  3. Yeah, ese sentido del humor se necesita entre las letras. No a todos se nos da. Ya ves, unos por serios se les queman las pelotas y otros por irreverentes las pierden en el juego. Pero aquí si que se distingue quien es quien en la delantera.

    Feliz semanita.

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